La llegada del verano no sólo implica el hacer un cambio en nuestro armario, sino también de nuestra nevera. Es importante este paso, ya que al ser la época más calurosa del año hay que ser más precavidos con la refrigeración de los alimentos, ya sea en frío como congelado. Por este motivo, hablaremos sobre la temperatura del frigorífico y de cómo mantenerla.
¿Cuál es la temperatura ideal de tu nevera en verano?
Lo primero que hay que tener presente es que cada alimento necesita una temperatura diferente, por más que enfriemos nuestro frigorífico no se va a conservar mejor la comida.
Por esta razón, cada vez nos encontramos con más frigoríficos que disponen de cajones para guardar específicamente la verdura, la carne y el pescado, donde se controla la humedad y la temperatura respectiva para cada uno de éstos.
La temperatura perfecta de tu frigorífico debería oscilar entre los 3º y 5ºC, teniendo también en cuenta de que a menor temperatura, mayor consumo. Esto es imprescindible saberlo, debido a que su consumo anual en una vivienda se sitúa entre el 15% y 30%.
En cuanto al congelador, la temperatura ideal de éste es de -18ºC, sobre todo si conservamos carnes y pescados sin que se pierdan sus propiedades, mientras que bacterias y parásitos que se encuentran ellas mueren a estas temperaturas.
También hay que destacar que programar la temperatura del frigorífico a ciertos grados no va a ser suficiente. Además, tendrás que prestar atención a lo que introduces en el interior para que no haya sobrecarga y tenga que trabajar más de la cuenta.
Consejos para conservar la temperatura del frigorífico
- Ajusta tu frigorífico a una temperatura de +4ºC.
- Comprueba que tu congelador esté a -18ºC.
- No introduzcas en la nevera alimentos que todavía estén calientes, ni siquiera es aconsejable hacerlo invierno, pero hay que tener especialmente cuidado en verano, ya que meter alimentos calientes en la nevera favorece el aumento de temperatura y puede tardar más en refrigerar.
- Evita estar abriendo y cerrando la puerta de la nevera constantemente, debido a que también favorece a que la temperatura aumente en el compartimento. Cuando hayas terminado de cocinar, deja un tiempo la comida fuera de la nevera hasta que se enfríe, así introducirla sin problemas.
- Mantén una correcta organización del frigorífico, de esta forma los alimentos se conservarán por más tiempo y en perfectas condiciones.
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